¿Sabes como diferenciar un embalaje biodegradable?

¿Sabes como diferenciar un embalaje biodegradable?

1. Busca Certificaciones Oficiales

La forma más confiable de saber si un embalaje es biodegradable es revisar si cuenta con certificaciones reconocidas. Algunas de las más comunes incluyen en Europa incluyen esto:

  • EN 13432 EN 14046 EN 14045 (Unión Europea)

Estas certificaciones garantizan que el producto se biodegrada en condiciones específicas sin dejar residuos tóxicos. Si el embalaje no muestra ninguna certificación, es probable que no cumpla con los estándares de biodegradabilidad.

2. Revisa los Materiales

Los materiales son otro indicador claro. Un embalaje verdaderamente biodegradable suele estar hecho de:

  • Fibras vegetales (papel reciclado, cartón, bagazo de caña, almidón de maíz)

  • Plásticos biobasados compostables, como PLA (ácido poliláctico)

Por el contrario, si el embalaje contiene plásticos convencionales como polietileno (PE), polipropileno (PP) o PVC, lo más probable es que no sea biodegradable, incluso si se etiqueta como "ecológico".

3. Cuidado con el Greenwashing

Muchas marcas utilizan términos como “eco”, “verde” o “amigable con el ambiente” sin respaldo real. A esto se le conoce como greenwashing. Desconfía de los embalajes que solo usan palabras atractivas pero no ofrecen pruebas concretas de su impacto ambiental. Un embalaje biodegradable siempre debe respaldar sus afirmaciones con datos o certificaciones visibles.

4. Tiempo y Condiciones de Biodegradación

Un embalaje verdaderamente biodegradable se descompone en un plazo razonable (generalmente menos de 12 meses) bajo condiciones naturales o de compostaje. Si el fabricante indica que el producto “eventualmente” se descompone, pero no especifica condiciones ni tiempo, probablemente no sea biodegradable real, sino simplemente degradable (lo cual no es lo mismo).

5. Experiencia al Tacto y Apariencia

Aunque no es un método infalible, en algunos casos puedes notar la diferencia por cómo se ve y se siente el material:

  • Los biodegradables suelen tener una textura más natural, fibrosa o incluso frágil.

  • Los no biodegradables se sienten como el plástico tradicional, liso, resistente y muchas veces con un brillo característico.


En Coplasem, apostamos por un futuro sostenible

En Coplasem, nos comprometemos con el medio ambiente ofreciendo soluciones de embalaje que cumplen con estándares internacionales de sostenibilidad. Nuestros productos biodegradables no solo son seguros para el planeta, sino también eficientes y funcionales para tus necesidades.

La próxima vez que tengas que elegir un embalaje, recuerda: ser ecológico no es una moda, es una responsabilidad. Y empieza por saber diferenciar los productos realmente biodegradables de los que no lo son.

Publicado en: Noticias Coplasem, Embalajes

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