Completa gama de productos y artículos de embalaje anticorrosión

Embalaje anticorrosión

Disponemos de una completa gama de productos y artículos de embalaje anticorrosión, que permite proteger sus mercancías con las máximas garantías de calidad y protección frente a la corrosión.

Esta línea de productos de embalaje anticorrosión de Coplasem incluye los desecantes para embalajes y contenedores, fundas de aluminio, bobinas plásticas de VCI y papeles VCI.

Una línea dedicada al control y protección contra los agentes atmosféricos para conservar la calidad de sus productos en el tiempo.

Preguntas frecuentes

El embalaje anticorrosión cumple con una función fundamental en aquellos sectores que necesiten de una protección especial en su mercancía debido a la humedad generada en el ambiente de sus instalaciones, transportes en contenedores, etc. Tanto en el sector naval, empresas cercanas a la costa o áreas con frecuentes precipitaciones necesitarán incorporar este tipo de producto a su actividad.

La corrosión consiste en una reacción electroquímica, basada en la reducción de oxígeno, agua o aire. El proceso tiene lugar cuando la mayoría de los átomos del mismo espacio o material se oxidan (ganando electrones) y comienzan a corroer la superficie en la que se encuentran. Existen varios tipos de corrosión; la probabilidad de que estas tengan lugar dependerá de las condiciones ambientales en las que se encuentre nuestra empresa o almacén:

  • Corrosión galvánica: es frecuente en equipos electrónicos. La humedad permanece atrapada. Resulta que la tasa de oxidación se acelera debido a la combinación de la corriente eléctrica con el agua del mar; algo muy habitual en las cubiertas de barcos, yates o submarinos.
  • Corrosión electrolítica: a pesar de ser muy parecida a la corrosión galvánica, posee una diferencia principal; este tipo de corrosión es producida por un factor eléctrico externo, como bien pueden ser las baterías de las embarcaciones.
  • Corrosión producida por altas temperaturas: es muy común en el sector de la metalurgia, especialmente en industrias químicas o empresas que se dedican a la fundición del hierro. Los metales se oxidan cuando las temperaturas elevadas entran en reacción con substancias como el azufre u oxígeno.

La corrosión generada en espacios de almacenamiento junto a ambientes húmedos en el sector industrial, puede producir grandes pérdidas si no se emplea ningún producto de embalaje que evite su desarrollo. Las empresas que se dedican a la exportación e importación de piezas de metal suelen sufrir habitualmente esta situación. A su vez, los almacenes con productos metálicos situados cerca de la costa también sufren frecuentes procesos de oxidación en sus productos.

La clave principal del embalaje anticorrosión VCI (Volatile Corrosion Inhibitor; en castellano: Inhibidor de Corrosión Volátil) se basa en evitar que la humedad o la salinidad traspasen a la superficie de la mercancía metálica mientras esta es almacenada en un espacio cerrado. El material VCI sirve de capa protectora transparente sobre una superficie de film de polietileno. De esta forma, el material de embalaje aislará y protegerá la mercancía sin necesidad de emplear aceites ni productos químicos extra. El embalaje VCI se vale por si solo para ejercer una protección total hacia la superficie de la mercancía evitando así, cualquier efecto de corrosión en la superficie metálica.

Respecto a su uso, destacamos las siguientes ventajas:

  • Aplicación sencilla
  • Gran duración y eficacia
  • Adaptable a los diferentes tamaños de las piezas metálicas
  • Cuida de la salud de tus trabajadores (son productos no tóxicos)
  • No dañan el ecosistema (reciclables y beneficiosos para el medio ambiente)
  • Ahorro de costes de mano de obra
  • Resistente a altas temperaturas (hasta 55º de media aproximadamente)

Pautas de su funcionamiento:

  1. El inhibidor (también conocido como principio activo corrosivo) es aplicado al plástico del envase.
  2. La substancia comienza a evaporarse soltando la superficie y se expande por la materia metálica.
  3. Acto seguido, se crea una especie de capa de protección -formada por moléculas VCI- que evita las reacciones de corrosión en la superficie del producto de la mercancía.

Por otro lado, cabe destacar que el embalaje anticorrosión VCI no precisa de aceites y substancias extra; razón que lo convierte en una opción muy sostenible. De hecho, la sostenibilidad es sin lugar a dudas, un elemento fundamental para la filosofía de valor de toda empresa.

¿Necesitas proteger tus piezas metálicas? Esta es la solución:

  • Papel kraft anticorrosivo VCI: una de las razones principales por las que debemos usar papel kraft anticorrosivo VCI para proteger nuestras herramientas del óxido/corrosión, se debe a que preservaremos la salud de nuestros trabajadores. No necesitaremos utilizar productos de limpieza, aceites y líquidos químicos. Y es que resulta que este producto no requiere de aceites aditivos. Es decir, no necesitaremos desengrasar nuestras herramientas después de su almacenaje o transporte.

Los problemas de corrosión y oxidación dan lugar al deterioro de la mercancía que en ocasiones origina grandes problemas de higiene y salud. Las sales desecantes anticorrosión, son un producto económico y muy eficaz que te ayudarán a poner fin a esta problemática. 

¿Cómo funcionan las sales desecantes?

Es probable que hayas oído en más de una ocasión que la sal tiene altas cualidades de absorción ante la humedad. Efectivamente. De hecho, tradicionalmente ha sido muy empleada junto al arroz como método natural. Sin embargo, el cloruro de sodio (sal muy común usada en nuestra cocina), dispone de una capacidad de secado que no llega a ser del todo efectiva. De hecho, sus propiedades pueden llegar a resultar muy agresivas hacia nuestros productos metálicos; incluso llegar a corroerlos. No conviene ponerla en contacto directo con artículos metálicos durante un largo periodo de tiempo. Por este motivo, debemos emplear las soluciones tecnológicas de embalaje que nos ofrece el mercado actual como las sales descantes Nos ayudarán a cuidar nuestra mercancía para que sea trasportada y almacenada en perfecto estado:

  • Sales de cloruro cálcico: una de las ventajas principales del cloruro cálcico consiste en su gran capacidad de absorción de agua de la atmósfera en casi cualquier situación o condición -debido a su alta humedad de equilibrio. Su objetivo principal consiste en recoger el exceso de la humedad que detecte en el ambiente. Por otro lado, también ayuda a evitar el moho, mugre, fuertes olores y un sinfín de bacterias producidas por la humedad. De esta forma, preservaremos la higiene de nuestros espacios de almacenamiento y/o transporte.

Las bolsas de sales con cloruro cálcico son una de las soluciones más económicas en relación con su gran capacidad de absorción. No obstante, es importante que, en caso de que algún saco se rompa, evitar que las sales tengan contacto con los ojos y aproximarnos o respirar muy cerca de la misma.

  • Bolsas desecantes con gel de sílice: son en la actualidad una de las soluciones más empleadas en la protección de productos metálicos gracias a su gran capacidad absorbente; para muchos el mejor producto del mercado. La gran mayoría son diseñadas con papel de polietileno o tela sin tejer. Gracias a su abundante porosidad, ofrecen un resultado muy efectivo y adecuado para proteger productos de alta gama, alimentos, productos farmacéuticos e incluso artículos electrónicos. Además, no es un material contaminante ni tóxico, razón por la que garantizará la salud de nuestros clientes y personal. Los expertos aseguran que el efecto absorbente de las bolsas antihumedad puede durar de dos semanas y media hasta tres meses, aproximadamente.
  • Arcilla deshidratante: ¿buscas una solución natural de bolsas desecantes? Las bolsas desecantes elaboradas con arcilla deshidratante son un producto 0% corrosivo y con una alta capacidad de absorción. La arcilla es un material natural rocoso con componentes de aluminio hidratado exento de productos químicos.

Dependiendo de las necesidades de tu empresa o función que quieras desempeñar, podrás elegir diferentes tamaños de sacos desecantes. En Coplasem ofrecemos bolsas de sales desecantes de 140gr (empleadas tanto para usos de transporte y almacenamiento como para la protección de maquinarias, cajas de cartón o plástico, aplicaciones en palets, etc). También distribuimos bolsas de sales desecantes de 2kg (conocidas como container dry – que evitan el goteo generado por la humedad de la mercancía-) con unidades en stock y servicio de envío inmediato.

Las fundas de aluminio son otra de las alternativas más usadas para proteger materiales metálicos en el sector industrial a largo plazo. Su uso es muy frecuente para grandes piezas de maquinaría metálica, aunque es un material adaptable para cualquier tamaño.

  • Fundas de aluminio: ¿necesitas conservar tu mercancía durante un largo periodo de tiempo? Resulta que debido a las irregularidades generadas en la atmósfera (cambios de temperatura, ácidos, gases, olores, humedad, precipitaciones…) advertimos, una vez más, de la importancia de proteger los elementos metálicos. Gracias a las fundas de aluminio podremos proteger nuestros productos ante la corrosión y proporcionar condiciones regulares, estables y constantes a nuestra mercancía. De hecho, debido a la función adaptable de las fundas, podremos guardar objetos de tamaños muy diversos ya que es un material acoplable a cualquier volumen.

A su vez recomendamos de antemano asegurar su cierre mediante pinzas térmicas (producto disponible en nuestro catálogo web). Serán el complemento ideal para tus fundas de aluminio.

  • Pinzas térmicas: con las pinzas térmicas podremos sellar fundas de aluminio, bolsas de polietileno o polipropileno. Se valen de temperaturas elevadas para soldar mediante calor. Sus ventajas más destacables son su bajo coste económico,fácil manejo, ligereza y eficacia.
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